Algunas mujeres en la dulce espera se sienten felices, mientras que otras estarán preocupadas ante la incertidumbre de cómo se desenvolverá todo. Existen muchas razones por las que se puede perder un hijo. Rechazos inmunológicos hasta problemas médicos.

Otro factor serían las condiciones en las que se haya desarrollado el embarazo o en las que haya nacido el bebé. Muchas veces una mala praxis, al momento del alumbramiento, puede acarrear serías consecuencias.

Cuando un bebé es esperado con anhelo, la pérdida del mismo causa un dolor incomparable, sin importar que haya nacido o no a término. Superada la pérdida y de haber vivido el duelo, tal vez se sienta dispuesta a intentarlo de nuevo. Es entonces, cuando llega ese “bebé arcoíris”, representando la alegría y la calma luego de pasada la tormenta.

Es superar todos esos miedos, dudas y preocupaciones por las que se atravesó en un difícil momento. Completamente normal es vivir todas esas preocupaciones ante lo sucedido. Finalmente, confirmarás que tu hijo nació sano y que podrás disfrutarlo todo lo que quieras.

Si algo aconseja el especialista, es no poner el mismo nombre que tenían reservado en el embarazo anterior a un bebé arcoíris.

Y aunque los hijos definitivamente, son diferentes uno del otro, en el caso de los bebés arcoíris las características son diferentes.

.- Los chicos arcoíris son seres muy generosos, amorosos, cariñosos, sensibles; traen dosis extras de bondad y compasión.

.- Son creativos y persistentes, tienen una enorme capacidad de aprendizaje, por lo que se destacan en ciertas habilidades.

.- Poseen una facultad innata para entender los sentimientos de los demás, convirtiéndose en grandes amigos y consoladores. La empatía se les da de forma natural.

.- Abandonan las emociones negativas y perdonan con gran facilidad.

Estos chiquitines suelen nacer en familias llenas de amor, que reciben su nacimiento como un bien preciado.

¿Y tú eres o tienes un bebé arcoíris?

Rosalinda González

rosalinda2507@gmail.com