Disponemos de diversas partes del cuerpo donde contamos con estas zonas reflejas u hologramas que permiten relacionarnos terapéuticamente con nuestro organismo, entre los que destacan el pabellón de la oreja de donde deriva la auriculoterapia; el iris de los ojos de los que se sirve la iridología; las manos donde acciona el Su Jok e incluso el mismo rostro. Sin duda las zonas más amplias, placenteras y sencillas de operar las encontramos en los pies, principalmente en las plantas de los mismos.

En nuestros pies nos encontramos con un verdadero mapa topográfico en el cual, desde el mismo momento en el que se participa de una sesión de reflexología podal, se percibe la respuesta orgánica que además de ser relajante y reconfortante, otorga beneficios como son reducción del estrés y la ansiedad, alivio de dolores, mejora de la circulación sanguínea, mayor calidad del sueño, fortalecimiento del sistema inmunológico y de la salud digestiva.

La planta de los pies es uno de los lugares menos explorados del cuerpo humano pero que sin embargo te pueden ayudar a dar los primeros pasos hacia la relajación, mejorar tu salud en general, procurar placer e incluso facilitar que te conectes con los demás.

Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico o psicológico. Si es de su interés el tema aquí tratado debe antes consultar con el personal calificado.

Rafael EN BIO

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