Muy cierto todo. Pero hay una realidad. Incómoda. Si bien la Radio y el ejercerla está al alcance de muchos; justamente, al haber sido democratizado dicho espectro radioeléctrico, hoy día la Radio, en gran parte, se ha desvirtuado. Figuro, que más allá de los alcances y beneficios que han aportado estos cambios, este maravilloso campo de la radiodifusión está signado muchas veces, por la "chabacanería", la falta de juicio, Seriedad, Respeto por la audiencia. Hay uso muy marcado de la homofobia, debido a juegos y expresiones con "doble sentido".

Y no se trata tampoco de que sea menester hablar bonito, "exquisito" o fingido en la Radio, no. Y hasta hay lugar para las bromas, lo jocoso, es parte más bien de la idiosincrasia del venezolano. Aludo a los chistes de "mal gusto", hace varios años, escuchaba un programa de Música Venezolana, una mujer envío mensaje de texto, felicitando al "locutor" por su programa. Y ella en su jovialidad le expresó a través del mensaje, algo así como: 'Quisiera que me enseñaras a bailar Joropo. Porque sé que bailas bien. Te miré en el evento del fin de semana'. El caballero le respondió textualmente: "Mi amor. Yo te voy a enseñar a bailar Joropo. Pero cuando tu marido, no esté en tu casa".

Hoy es costumbre escuchar programas de Radio, donde casi no dicen la hora (o no la mencionan nunca). Juegos y chistes (lo suficientemente explícitos y sugestivos), sexistas. He escuchado acá en Los Valles del Tuy y en emisoras de Caracas a locutores y locutoras proferir: "Son las 4 y (chúquiti)", por no decir: "Son las 4:13". Dado el hecho, que en lo que respecta al coloquialismo venezolanista (más pícaro), hay un dicho que suscita burlas y prejuicio. Son detalles... Entre otros, que no citaré por ahora.

Por tanto, a quienes tenemos el honor de producir un espacio radial, para educar, entretener al público, edificarlo; funcionemos como (PNI) o bien, como Locutores Certificados, debemos preguntarnos, ¿cómo estoy ejerciendo dicho rol? ¿contribuyo con mi labor, a dignificar tan afortunado oficio? Éste, de expresarme a través de un honroso micrófono, en lo que representa nada menos, que un Medio De Comunicación tan masivo e influyente como La Radio, donde una incontable cantidad de gente, pudiera estar escuchándome...

Alberto Hidalgo

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