Hoy tienes acceso a información ilimitada para aprender lo que sea y te da miedo cambiar el caucho de tu carro porque no sabes cómo hacerlo, te pones triste, se arruina tu día y piensas que tu pareja está con otro o que ya no te quiere porque no te responde los mensajes después de 10 minutos, te da miedo hablar con tu jefe para pedir un aumento o te da pánico decirle al cliente que tu trabajo vale más de lo que te está pagando, eres patético.

¿Hoy qué hace un hombre promedio? ve horas y horas de TV, Netflix y YouTube, su más grande emoción es la nueva película de Avengers y el mundial de fútbol, ve y lee las noticias constantemente, pierde tiempo haciendo una cola por horas para comprar cosas que no necesita y no puede pagar para impresionar a personas a las que les importa un carajo.

Se masturba viendo pornografía y colecciona fotos de mujeres desnudas en una carpeta oculta de su computadora, pasa horas y horas pensando obsesionadamente en la mujer que le gusta e ideando cómo puede seducirla y llevarla a la cama este fin de semana. Incluso la espía horas en redes sociales para descubrir sus gustos, sus hobbies y si tiene pretendientes.

La sociedad nos tiene sedados, manipulados y conectados a un sistema cuyo propósito es destruirnos lenta y dolorosamente, su propósito es explotarlos y matarnos en vida haciéndonos desperdiciar el recurso más importante, nuestro tiempo, ¿te digo algo? para eso está diseñada la Matrix. ¿Vas a permitirlo? ¿vas a seguir dejándote moldear y condicionar por un sistema cuyo propósito es todo menos tu plenitud y crecimiento como hombre?

Vivimos en un mundo lleno de comodidades donde posponemos constantemente nuestros compromisos con otros, pero sobre todo aquellos que tenemos con nosotros mismos, los posponemos porque involucran incomodidad, solemos decir o pensar:

“No importa, lo hago mañana.”

“No importa, nadie se va a dar cuenta.”

“No importa por un día no pasa nada”.

“No es tan importante, luego lo hago.”

¿Adivina qué? sí, importa, ¿sabes a quién le importa? le importa a tu alma, les importa a tus antepasados y le importa a Dios, Jesús Palabra dice: “Dios hizo a los humanos a su semejanza”, vamos a suponer que tu eres Dios, si tu eres Dios, creas a un hombre y ese hombre se sienta a ver fútbol todo el día, a quejarse de lo difícil que es su vida, a ver mujeres desnudas en internet mientras tira por la borda su poder creativo…

¿Estarías orgulloso de él? ¿aprobarías la conformidad, la flojera, la incongruencia y la falta de compromiso con él mismo? Imposible, ¿entonces por qué actúas así? incluso si no crees en Dios, ¿crees que tus padres estarán orgullosos de ti, si actúas de esa manera? ¿por qué no le muestras a tus padres y a Dios la belleza de su creación?

¿Por qué no les estás mostrando la versión más poderosa, auténtica, libre, congruente y comprometida de aquello que han creado? ¿por qué no les demuestras a ellos y al mundo que por algo estás vivo en este planeta? tu alma lo sabe, no estás siendo tu mejor versión posible.

Éste y muchos temas más sobre los principios estoicos los pueden leer en la biografía de Catón.

@adogel

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Educacióntrespuntocero.com

Adolfo Gelder

adogel@gmail.com