Desde muy niña comencé a escuchar sobre esta noble diosa, mucha gente a mi alrededor practicaba este culto, por lo que para mi no es extraño escuchar sobre sus bondades y milagros porque crecí rodeada de creyentes. Se dice que aproximadamente el 30% de la población venezolana es creyente del culto a “La Reina María Lionza”, teniendo también seguidores fuera de Venezuela.

Al llegar a mi edad adulta, seguí la religión bajo la cual me bautizaron (católica) pero nunca olvidé lo visto, lo escuchado y lo vivido.

En el estado Yaracuy, muy cerca a la población de Quibayo, existe una montaña llamada “Sorte” y en ella está el monumento natural “Cerro María Lionza”, donde se presume que esta reina tiene su palacio en una cueva bajo las aguas.

Existen más de 25 historias sobre el origen de la leyenda de María Lionza, siendo la más reiterada la que cuenta, que en algún momento impreciso de la era precolombina, y antes de la llegada de los españoles a estas tierras de Sudamérica, se reconocía a una tal Yara como deidad de las lagunas, ríos y cascadas, protectora de la naturaleza.

“Según la tradición oral de la zona de Yaracuy, Yara habría sido una princesa indígena, hija de Nirgua, cacique de los Nívar. Sin embargo, Yara nació con los ojos verdes y la profecía de que cuando creciese traería la desgracia a su pueblo a no ser que se la entregase en sacrificio a la -Gran Anaconda- que moraba en lo más profundo de las aguas.

Para evitar tal sacrificio, Nirgua recluyó durante años a su hija en una de las cuevas de las montañas de Sorte, vigilada día y noche por los guerreros más leales. Pero un día Yara consiguió escapar y, mientras observaba su reflejo en un estanque, se encontró por casualidad con los ojos también verdes del Dueño de las Aguas, que no era otro que el temible reptil de su profecía.

Éste, enamorado de la joven, se la llevó consigo a sus dominios para vivir en unión con ella. Al enterarse, Nirgua y los suyos acudieron a separarlos, pero la Gran Anaconda se hinchó furiosa hasta estallar, causando una terrible inundación que sepultó el hogar de los Nívar. Desde ese momento, Yara tomó su relevo como divinidad de las aguas y protectora de todo lo vivo.

El culto a María Lionza, según A. Pollak, desde la colonia se ha mezclado con elementos culturales indígenas, europeos y africanos, teniendo un carácter muy diferente a lo que es en la actualidad, pues, se basaba en la veneración de las fuerzas de la naturaleza, de los espíritus que habitan en los ríos, selvas y cuevas. Siendo hoy, una mezcla de espiritismo, santería cubana, kardecismo francés y la umbanda brasileña.

Actualmente, el culto muestra un sincretismo progresivo, proveniente de diferentes culturas y conceptos religiosos, se encuentran representado en lo que conocemos como las tres potencias, representados por: el Cacique Guaicaipuro, el Negro Felipe y por supuesto “La Reina María Lionza o La Madrecita”, como también es conocida

Fuentes consultadas: BBS.com - Gatopardo.com - Ecured.com - Scielo.org - es.m.wikipedia.org - instagram

Foto 1: Ig. @marialionzalq

Foto 2: Gatopardo.com

Rosalinda González

rosalinda2507@gmail.com