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Opinión
12/03/2022
Gran consternación ha generado en el mundo la incursión bélica de la cuna del socialismo: Rusia, a Ucrania, solo por el mero capricho de un presidente a expandir su poder más allá de las fronteras de su país, en anteriores entregas los responsables de la redacción de este artículo examinamos las razones que tiene el presidente ruso Wladimir Putin para invadir a Ucrania, destacándose las de índole económico, así como muchas otras.
Contrario a lo que se podría pensar, las mayores pérdidas de esta invasión rusa a tierras ucranianas son de índole civil y no militar, dado que la mayoría de bajas y pérdidas materiales la presenta este colectivo que nada tiene que ver con el conflicto que los aqueja desde el pasado 24 de febrero del año en curso, cuando el presidente Putin dio inicio al mismo.
Si bien es cierto que la población ucraniana en general ha sufrido las mayores pérdidas en este grave altercado, las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos a nivel internacional manifiestan una especial preocupación por los niños, que ya suman más de un millón, los cuales a raíz de la invasión rusa se han visto en la imperiosa necesidad de huir con su núcleo familiar a países como: Polonia, Hungría, Eslovaquia, Moldavia y Rumanía.
Hasta la fecha, se estima que se han enviado en ayudas más de 70 toneladas de suministros al país invadido, y se espera que arriben próximamente 22.000 insumos médicos a hospitales en distintas áreas afectadas por la invasión rusa, lo que permitirá dar atención a 20.000 niños y madres.
Es urgente que se garanticen corredores humanitarios seguros, todo esto en pro de garantizar que el desplazamiento de las personas que huyen sea lo más idóneo posible, destacando que entre estos están niños, niñas, personas mayores, y personas con discapacidad que requieren una atención especializada por parte de las autoridades involucradas. Los organismos responsables de la atención de los niños y niñas en situaciones de peligro garantizan que se está llevando a cabo todo lo necesario para brindar la atención de los infantes y sus familias, y, de aquellos menores que se encuentran solos.
Para finalizar, queremos expresar nuestra preocupación por: el aumento de la escalada de la invasión rusa en territorio ucraniano; por el aumento cada vez mayor de niños y niñas que son entregados por sus padres a personas que logran salir para que estos puedan sobrevivir, al costo de crecer sin sus padres; por la violación de los Derechos Humanos de toda la población rusa que ha decidido levantar su voz en contra del gobierno de Putin, las cuales son detenidas arbitrariamente y por la pasividad de los gobiernos ante esta barbarie cometida por el Kremlin.
Pedimos a Dios todo poderoso, a la Virgen María y a nuestro Beato Dr. José Gregorio Hernández el fin de este conflicto y que retorne la paz y tranquilidad a Ucrania, recuerden a cuidarse que el Covid-19 todavía está entre nosotros.
Por: Nicolás Castro, Miguel Palacios
ndcd2406@gmail.com, shjmiguelacios78@hotmail.com