Todo comenzó el 2022, o tal vez antes, con una táctica ramplona de intentar hacer ver que el movimiento económico en el país, mejoró; porque comenzaron a verse los carros deportivos de lujo estacionados en los restaurantes de Las Mercedes, así como modernas y lujosas edificaciones, que terminaron siendo un nido de lavado de dólares.

Todo no fue más que una orden que le dieron a los jóvenes testaferros, recién enchufados, para que salieran a divertirse en estos lugares con el doble propósito de exhibir bonanza en el consumo de exquisitas bebidas y comidas; en compañía de bellas damas, que terminaron siendo las prepagos del régimen.

Esta estrategia se cayó cuando se percataron que estaban contradiciendo la supuesta “guerra económica” mientras se podían traer del imperio los lujosos autos, saltando para ello las normas de importación que rigen las sanciones impuestas por los Estados Unidos y por la Unión Europea.

También se burlaron de los empleados públicos, especialmente de los educadores, bomberos, policías, enfermeras, etc; cuando anunciaron que no había plata en las arcas para aumentar los sueldos y salarios; pero, al poco tiempo reventó el robo más escandaloso del año 2023, cuando sale a la luz pública que el presidente de Pdvsa se llevó más de 23 mil millones de dólares.

Así van exhibiendo mentiras tras mentiras, mientras la situación económica y la prestación de los servicios básicos como el agua, la electricidad, el teléfono, entre otros; van profundizando la crisis de la vida de los venezolanos, en un país que no funciona.

No puede pasar desapercibida la mentira que quisieron montar con las elecciones primarias de la oposición para escoger su candidatura presidencial; de la cual hicieron una alharaca para desmeritarlas, sin éxito. Éstas se convirtieron en la primera gran derrota de envergadura que haya recibido el régimen, en los últimos tiempos.

Así mismo, inventaron un Referéndum Consultivo con el pretexto de defender el territorio Esequibo; vendiéndole a los venezolanos la idea nacionalista de amar a la Patria por sobre todas las cosas; reforzada con la gran mentira de los resultados electorales que informó el ente comicial.

Mintieron cuando basaron la campaña de la consulta en cinco preguntas; entre las cuales destacaron: la toma de posesión del terreno, el desconocimientos de la Corte Penal Internacional, la creación del vigésimo quinto Estado de la República, designando para ello la población de Tumeremo como su capital; además enarbolaron el discurso de la confrontación bélica, con movimientos ficticios de las menguadas tropas del ejército venezolano.

Pero, en la reciente reunión con el presidente de la República Cooperativa de Guyana, con veedores internacionales, todo se derrumbó; sé cayeron los amagos, convertidos en mentiras.

Ya la mentira del régimen no llega sólo a la población de la oposición, que ha sido su destino original, ahora está llegando a su militancia política, que ha comenzado a preguntarse: ¿Hasta cuándo nos mienten?

Rafael González

rafagonrg@gmail.com