Ahora... Para la reflexión lo acontecido anoche. Es el reprochable despliegue de una conducta inconveniente, que empaña el hasta ahora emocionante espectáculo que vienen dando los 8 clubes que conforman la Liga. Es el juego de la "Pelota Caribe", entretenimiento predilecto para una gran cantidad de venezolanos y foráneos. Desvirtuado anoche, por el desmedido espíritu de competencia y rivalidad mal canalizada. Los "dimes y diretes". El uso del sarcasmo. Ademanes descriptivos, para descalificar a los jugadores y equipos en sí, propulsores por cierto de riñas. Uso de violencia que incluso pudo haber trascendido a mayores.

Lo mismo que en el encuentro disputado entre Caribes de Anzoátegui y Tiburones de La Guaira, luego del cuadrangular de Carlos Castro de la novena de los litoralenses que salieron airosos 6 a 4 y al ir camino a la inicial "gozándose" el Home run, mirando con desdén hacia el dogout de Caribes, fue conectado por un puño del ex-grandeliga Asdrúbal Cabrera.

Amerita que la LVBP (más allá que piezas claves y destacados peloteros se priven de un tiempo considerable de la zafra), y esto afecte de alguna manera el desenvolvimiento de los equipos, el performance de nuestro Béisbol, actúe con contundencia al respecto e instaure condiciones que obliguen a los jugadores a mostrar respeto y una aptitud de altura. Más allá de la innata rivalidad y el sano "espíritu de competencia". Que salga ganando el Béisbol y el público de éste apasionante deporte favorecido.

Alberto Hidalgo

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