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Camino a la Santidad

El Triduo Pascual: Triunfo de Jesús de Nazaret

JESUCRISTO SUPERESTRELLA GRUPO TEATRO YARIOKUNE DE LA CHIVERA, CHARALLAVE 2017

Charallave, 10/04/2022 Ya comenzó la Semana Santa queridos lectores y hoy queremos hacer un pequeño recorrido por los aspectos más resaltantes sobre la época en que recordamos el sacrificio de Cristo, un personaje tan destacado para la humanidad que la historia se divide en antes de él y después de él.

Recordemos que el tiempo de Cuaresma (del latín cuadragesima) es un tiempo fuerte del año litúrgico que dura 40 días y que este año 2022 comenzó el miércoles de ceniza 2 de marzo y se extiende hasta el jueves Santo 14 de abril. Dicho tiempo tiene como objeto prepararse espiritualmente para vivir los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, salvador del género humano.


La cuaresma se identifica con el color morado, color que representa el ayuno, la penitencia, la oración y la confesión sacramental que son las prácticas piadosas de las cuales se valen los cristianos alrededor de la Iglesia Católica para preparar el alma y el cuerpo para el Triduo Pascual.

La cuaresma es también tiempo para practicar la caridad, ayudando física y espiritualmente al semejante tomando en cuenta las palabras del mismo Jesús en el evangelio de Mateo: El Rey les responderá: 'En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicieron'. Mt 25:40.

Durante el tiempo de Cuaresma se celebra el Domingo de Ramos que este 2022 es el 10 de abril. En él conmemoramos la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén, aclamado por el pueblo como Rey Mesías con palmas y ramas de olivo al grito de “¡Hosanna al Hijo de David!, ¡Bendito el que viene en nombre de Yahveh, Hosanna en el cielo!”, es ese mismo pueblo que unos días después pide a gritos su crucifixión.

Luego de la Cuaresma comienza el corazón del año litúrgico de la Iglesia: el Triduo Pascual. Es un tiempo de tres días donde se conmemora los acontecimientos de la vida de Jesús desde la última cena hasta el domingo de resurrección con la tumba vacía.

Es importante destacar que muchas personas dicen que no es un triduo porque comienza el jueves y termina el domingo, eso es cierto desde el punto de vista de nuestro calendario Gregoriano que usa los días solares que van desde las 12 de la medianoche hasta las 12 de la medianoche siguiente, pero el calendario usado en los tiempos de Jesús en Israel era el calendario lunar, que va desde las 6 pm hasta las 6 pm del día siguiente, es decir desde la puesta del sol hasta la siguiente puesta del sol. Si tomamos esto en consideración desde el jueves en la tardecita cuando se celebró la Última Cena hasta el viernes en la tarde va un día, desde el viernes en la tarde al sábado en la tarde van dos días y, desde el sábado en la tarde al domingo en la tarde serían 3 días.

El Jueves Santo después de la puesta del sol (día viernes lunar) la Iglesia conmemora la Última Cena, el lavatorio de los pies de los apóstoles y la institución de la Eucaristía y el Sacerdocio. Es una celebración del amor de Cristo que quiso quedarse entre nosotros en su cuerpo y su sangre y en el servicio del sacerdote. También en esa noche se expone el Santísimo Sacramento para ser adorado por los fieles.

El Viernes Santo se conmemora la muerte de Nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario, recordamos que con su sangre preciosa hemos sido salvados y ha convertido un instrumento de muerte (la cruz) en el símbolo de su amor más grande ya que en ella se convirtió en la ofrenda suprema y sin mancha para borrar el pecado original de Adán del género humano.

Este día se adora la Santa Cruz, el sacerdote se postra en el piso como señal de profunda tristeza, arrepentimiento y respeto en nombre de la asamblea, se hace la lectura de la Pasión del Señor en alguno de los evangelios y se terminan los oficios con una extensa oración de los fieles donde se pide por toda la humanidad. En algunos lugares se tiene la hermosa costumbre a primeras horas de la noche, de rezar el rosario de pésame a la Santísima Virgen María.

El Sábado Santo es el único día en que la Iglesia no celebra la Santa Misa, la comunión solo se da como viático a las personas agonizantes. Este día de silencio y paz la Iglesia aguarda en el sepulcro el cumplimiento de la promesa de la resurrección de Cristo, es un día de esperanza, por ello en muchos lugares se hace una celebración de la palabra en los cementerios, donde se reúnen los fieles y su sacerdote a pedir por la resurrección de los seres queridos el último día.

En el Sábado Santo después de la puesta del sol (Domingo lunar) se realiza la Vigilia Pascual que consta de 4 partes; el lucernario o liturgia de la luz, donde se bendice el fuego y el cirio pascual que representa la luz de Cristo que vence a la muerte, en ella se entona el hermoso Pregón Pascual, la liturgia de la palabra, donde a través de un precioso recorrido por la historia de la salvación, testimoniamos el cumplimiento de las profecías sobre el Mesías en la persona de Jesús y entonamos después de la séptima lectura el poderoso canto del Gloria, luego la liturgia bautismal, donde se bendice el agua que se utiliza para bautizar en ese momento a los catecúmenos (adultos sin bautizo) que se han preparado para ese sacramento, también el sacerdote asperja (rocía) con agua bendita a la asamblea, así renovamos nuestras promesas bautismales. Por último, es la liturgia eucarística donde por medio del cuerpo y sangre de Jesús que se hacen presente a través de la fuerza del Espíritu Santo en el pan y vino consagrados, nos unimos a Jesús en la comunión y vamos a nuestras casas esperanzados y felices.

El Domingo de Resurrección temprano en la mañana se realiza la Santa Misa de Resurrección donde nos reunimos en torno a Cristo a celebrar con alegría que él venció a la muerte para salvarnos. En muchos lugares se realizan caminatas y procesiones con el Santísimo Sacramento de naturaleza festiva.

No hay que dejar de mencionar las actividades de la religiosidad popular tan propias de nuestra fe como las procesiones con los “pasos” de Cristo que tienen tanta devoción entre ellas El Nazareno al que tanta fe le demuestra la feligresía en todo el mundo católico.

También las representaciones teatrales sobre la pasión, algunas de carácter callejero muy hermosas donde el pueblo se une como parte del elenco, son poderosas maneras de vivir este tiempo santo. Los rosarios a la Virgen María, la piedad del Viacrucis caminando por nuestras comunidades, las procesiones en los sectores populares y hasta nuestra gastronomía propia de las fechas como el arroz con coco, el pescado salado y el sancocho del Domingo de Resurrección demuestran que la fe en Cristo Salvador sigue viva y que su personalidad arrolladora perdura por los siglos.

Vivamos con fe verdadera nuestra Semana Santa, ¡Dios, su Hijo Jesús y María Santísima nos guarden y bendigan siempre y por siempre!


Nicolás Castro, Miguel Palacios

ndcd2406@gmail.com, shjmiguelacios78@hotmail.com

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