No obstante, estas persecuciones se vienen realizando desde mucho antes; solamente durante el Holocausto fueron asesinados  casi 50.000 civiles homosexuales entre 1935 y 1943; Franco en España, también los persiguió con la Ley de Vagos y Maleantes; en la actualidad hay más de 12 países en donde la homosexualidad se encuentra prohibida o tiene pena de muerte, entre ellos:  Mauritania, Sudán, Somalia, Nigeria, Arabia Saudí, Afganistán, Brunei, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Pakistán y Yemen.

Las persecuciones y atentados en sitios de reunión del colectivo LGTBI continúan en aumento; como el reciente atentado en Oslo donde un presunto terrorista mató a tiros a dos personas en el centro de la capital noruega e hirió a otras 21, en un bar frecuentado por hombres gais. 

En Venezuela, las personas LGTBIQ+ Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales, Queer y un resto de identidades aún no descritas, no tienen garantías de sus derechos fundamentales; como derecho a una familia, derecho a la identidad, derecho a la salud sexual, entre otras tantas garantías constitucionales que se encuentran vulneradas. 

En pleno siglo XXI debemos seguir recordando esta fecha, porque todavía debemos escondernos, porque hemos sido perseguidos históricamente y tenemos la responsabilidad de educar a nuestras futuras generaciones en que el estigma y la discriminación solo son garantía de una sociedad sin crecimiento. 

Hoy entendemos que la salud sexual no solo es la prevención de las infecciones de transmisión sexual (ITS), en la actualidad entendemos que “para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud” (OMS, 2006). 

H. Oswaldo Vegas Aru

oswaldovegasaru@gmail.com