Lo cierto del asunto es que el conjunto capitalino tiene la serie favorable para sí 2-0. Pero, ineludiblemente ya habiendo hecho mención de ese hecho. El incidente con el susodicho jardinero derecho de los Bravos de Atlanta, Acuña Jr. su tan señalado estilo para celebrar su batazo de cuadrangular anoche en el estadio de la Ciudad Universitaria, bailando, haciendo el denominado "perreo" y -según aseveran muchos- emitiendo ademanes y expresiones sarcásticas contra los jugadores y aficionados de los Leones del Caracas presentes en el recinto antes referido.

Si bien para muchos, el despliegue de desmesurada euforia. La celebración ostentosa, suposo mucho alarde, el haberse dilatado lo suficiente para recorrer las bases. Si bien pudo haber contribuido a exacerbar los ánimos en medio de la efervescencia que toca a la fanaticada, por la rivalidad entre los seguidores de dichos equipos.

Más allá de todo esto. Y según el criterio de cada cual al respecto. Si bien la aptitud "exhibicionista" de Ronald, es objetable. También lo es desde luego el hecho que un jugador, luego de alcanzar un extrabase producto de una sólida conexión y luego de deslizarse. Al erigirse, profiera (tal vez no perceptible en el terreno de juego), en algunos casos sí. Pero, profiera expresiones vulgares y lo peor y más desdeñable, que está desvirtuando mucho este bello deporte.

Que por ejemplo, en el primer encuentro de esta serie que disputan Leones y Tiburones, la cámara de una televisora que transmitía pudo captar el instante cuando luego de la hazaña de un jugador (muy talentoso. destacado grande liga, orgullo de Venezuela), a éste "a todas luces" al leerle los labios, profirió un trio de deplorables, no groserías, ¡vulgaridades! Y eso va al mundo a través de esas imágenes. Se hace pertinente, que los deportistas, más allá del innato "espíritu de competencia" que impera en el terreno de juego, la entendible rivalidad. El prestigio, pundonor y la jerarquía que están en juego, adopten una manera de conducirse más mesurada. Son detalles...

Sino echemos un vistazo a los recientes y bochornosos episodios suscitados en los cotejos entre Navegantes y Leones casi al cierre de la temporada regular. El hecho que a veces como que pareciera, que la intención de un pitcher al momento de golpear a un bateador, es voluntariosa. De forma despiadada. Con saña. Y algunas veces hasta se ha repetido con poco tiempo de intervalo en un mismo encuentro. Con miradas desafiantes y comentarios soeces, ofensivos. Preocupante...

O la inconveniente diferencia dada entre Caribes de Anzoátegui y Tiburones de La Guaira que tuvo lugar en diciembre.

Inquietante esto que de cierta forma se vaya "normalizando" en medio de un estupendo espectáculo como el de la Lvbp, la usurera reventa de entradas en los Estadios. La presencia del tan señalado "Bullying" en las tribunas. El "fanatismo" desmesurado. El osar arrojar la bebida hacia otro grupo de asistentes, porque tal equipo va ganando o perdiendo. Todas estas cosas, mucho más allá del fervor que adopta el aficionado al Béisbol Profesional Venezolano. Su jocosidad y hasta risible sarcasmo. Pero todo dentro del respeto mutuo y el tener en cuenta las normas de buena ciudadanía y acatar la ley y el orden, junto con la tolerancia.

En fin, un suceso que "opacó" el entretenido espectáculo y prácticamente, el pasatiempo predilecto de los nativos y todo aquel que hace vida en este país. Dimes y diretes. Ofensas. Amenazas, escaramuzas y despliegue de "clasismo" en las tribunas. La penosa situación ocurrida con los familiares y amigos de Ronald Acuña. Y otros de entre el público, que no se decantan por cierto por la manera como éste recorrió las almohadillas luego se su bambinazo.

Definitivamente anoche, algunas cosas se salieron de contexto. Nadie debe ser irrespetado por otro asistente. Pertinente que la Liga haga lo propio para que no se den este tipo de conductas tan atrasadas. ¿Y por que no plasmarlo? Sin tener la intención de herir susceptibilidades, pero, va gente con muy "mala bebida" a los Estadios. Por otra parte, cuán pertinente en el caso de los atletas, el despliegue de mesura. Ponderación al momento de realizar sus hazañas en el campo. No incitar los ánimos y las rivalidades, al ofender el ego ajeno, con lo que pudiera esto llegar al trascender a mayores. En mi caso. Como admirador del devenir de la Lvbp, en mi caso disfruté, tanto las 5 carreras fletadas por Isaías Tejeda y el vuela cercas de Ronald Acuña Jr. Por cierto, cuán oportuno este día de descanso de la serie final para atenuar las rivalidades.

Alberto Hidalgo

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