Escucha nuestra radio on line Somos del Tuy Radio - De Los Valles para ti

Canción: Stream offline
Play Button Play Button
Somos del Tuy
-

Opinión

El 23 de Enero de 1958

Martes, 23/1/2024 El 23 de enero de 1958 se conoce como el movimiento cívico-militar que derrocó al Coronel Marcos Pérez Jiménez del poder, en Venezuela.


Pérez Jiménez, de origen tachirense, hizo su carrera castrense en la Escuela Militar de Venezuela, donde obtuvo honores por sus calificaciones. Y llegó al poder con un golpe de Estado que le propinaron al gobierno democrático de Don Rómulo Gallegos, en 1945; conformando luego una Junta Cívico Militar, que el coronel manejaba a su antojo.

Desde esta junta provisional, que duró tres años desde 1948, se convocaron las elecciones para el año 1952, las cuales ganó el entonces líder político del partido Unión Republicana Democrática, Jóvito Villalba; a quien le desconocieron el triunfo, y luego fue exiliado del país, para instalarse un gobierno de facto por ocho años, bajo el lema del Nuevo Ideario Nacionalista


El inventario de este gobierno arroja opiniones diversas entre los analistas políticos del país. Unos lo proclaman como un gobierno de progreso en cuanto al crecimiento de la infraestructura nacional, amparado en el crecimiento de la explotación petrolera. Otros detractan del régimen por la persecución de la dirigencia política, eliminación de las organizaciones partidistas y supresión de la libertad a quienes se lo oponían.


El derrocamiento de Pérez Jiménez comenzó el 1° de enero, cuando se produjo el primer intento de rebelión militar contra el régimen. El movimiento encabezado por el coronel Hugo Trejo, contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición de Caracas y de Maracay, principalmente de la Fuerza Aérea; quienes volaron el cielo de Caracas en la mañana del primer día de enero, por tres días seguidos; ocasionando el asombro de la población.


Hay quienes afirman que el derrocamiento de Pérez Jiménez fue consecuencia de la reacción de los militares a su decisión de extender su permanencia en el poder; quienes provocaron su huida del país en un avión llamado “la vaca sagrada”, el 23 de enero del 58.


Es decir, mientras los aviones de Fuerza Aérea volaban el cielo de Caracas, se estaban dando las conversaciones para negociar la salida del dictador. Desde ese momento, comenzaron a publicarse diversos manifiestos contra el gobierno tambaleante de Pérez Jiménez, muchos de estos fueron firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como pronunciamientos públicos de parte de las instituciones nacionales, como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras, entre otros.


Así fue la salida de Pérez Jiménez, la cual produjo la conformación de un nuevo gobierno de transición, presidido por el Almirante Wolfgang Larrazabal, quien gobernó el país por dos años.


Si vemos con detenimiento la ruta de esta narrativa nos encontremos con un comportamiento muy similar, y con el cual estamos muy familiarizados hoy día. En aquel pasado la historia habla mucho de persecución, de exilio, de encarcelamiento y de torturas; como también de ilegitimidad. Pero, de lo que no se habla en este presente es de obras de envergadura, de infraestructura o de progreso. Al contrario, hoy se oye con mucha frecuencia la expresión “salario mínimo”, el bono indexado, la falta de producción agrícola, educación chatarra, violación de contratos colectivos, pésimos salarios; y otros términos que empobrecieron la vida de los venezolanos.


De allí que hace mucha falta voltear la mirada hacia el futuro. Un futuro promisor, para todos por igual; sin distinción de credos, razas o pensamiento político.


Ahora cuando recorremos el tercer decenio del siglo XXI, no es necesario organizar ni propiciar ningún golpe de estado, ni buscar a Dios por los rincones; ni mucho menos montar guarimbas. La solución la tenemos en nuestra Carta Magna, la salida es pacífica y democrática; luchar por unas elecciones libres, rechazar las inhabilitaciones políticas, y exigir un cronograma electoral; estas deben nuestras consignas. No es necesario otro 23 de enero.


Es imperativo sacar fuerzas desde lo más profundo de nuestro ser, invocar al Todopoderoso para, aunar esfuerzos para conseguir la unidad de los venezolanos, tolerarnos unos a otros y llegar hasta el final. En octubre del año pasado escuchamos la primera campanada de los cambios que han de venir. Vendrán tiempos mejores.


Hoy, además de estar conmemorado esta fecha gloriosa se está conformando en la capital de la república el movimiento que se encargará del futuro de Venezuela, basado en una Gran Alianza Nacional; liderado por la mueva líder de la oposición venezolana.


¡Viva la libertad, viva la Democracia!


Rafael González

rafagonrg@gmail.com

Canción: Stream offline
Play Button Play Button
Somos del Tuy
-