De la Mentira a la Verdad: El comienzo de mi Despertar

En la edición anterior les conté un poco cómo a pesar de cambiar de una iglesia a otra siempre vi que esos locales muchos problemas entre la gente. Siempre me preguntaba:

Si oran tanto ¿Por qué todos tan enfermos? ¿Por qué tanto chisme y tanta contienda? ¿Por qué se halla un hombre tratando de tapar el sol con el dedo? tapando tantas imperfecciones humanas y negándole expresarse y ser.

En casa nuestro matrimonio era un desastre, cada quien luchando por sus propios intereses tratando de sobrevivir a los problemas de pareja y mostrando una apariencia al entrar aquel local como si allí era donde solamente Dios nos miraba. El aparentar lo externo era mi parte favorita sin pensar que cada mentira siempre cae, aunque sabía que no solo éramos nosotros los que estábamos pasando por dicha situación, sospechaba que habían más personas aparentando ser lo que no eran.


Entre tanta búsqueda y para finalizar, decidí relacionarme con otras iglesias, concilios y fraternidades a ver si por casualidad yo había corrido con la gran mala suerte de pasar por esos lugares donde estaba observando tantas cosas, que en vez de acercarme, me alejaban de Dios. Lo cierto es que comencé a enredarme más y más en aquel mundo entre pastores, apóstol y líderes los cuales eran muy crueles y clasistas, aunque no digo que ejercer esos puestos sea malo, porque Dios los estableció pero se le ha dado una mala interpretación a estas funciones.


El problema es cuando sabes que tienes el llamado, lo ejerces y mueves cada pieza a tu conveniencia sin escuchar la voz de Dios. Eso se veía en cada evento y en cada reunión fraternal donde la división era la gran evidencia de un cuerpo mutilado y estéril.

Alrededor podías ver un pueblo sediento hundido en la delincuencia, en la hechicería y cualquier religión que pudieran encontrar con la necesidad de creer en algo.


Un día me dije: “esto no puede ser todo”, siento que necesito algo más en mi vida, igualmente esto embargaba a mi pareja e hijos; aquella monotonía, el cansancio por agradar al hombre era evidente algo dentro de mi quería salir corriendo de aquel lugar, de aquel mundo que me parecía el sistema solar, das vuelta y al final terminas en el mismo sitio.


Continuará…

Por: Rusmar Cordero