De forma general tienen un sentido biológico que es el de usar el aparato digestivo para conseguir o rechazar algo emocional. Siempre debemos tener presente que las enfermedades tienen su origen en los mecanismos de defensa arcaicos “programados” en nuestro cerebro.

Es amplio el espectro de condiciones relacionadas a estos trastornos, como por ejemplo el sobrepeso que principalmente se relaciona a conflictos de abandono o separación, así como la delgadez a conflictos de rechazo y a tener la necesidad inconsciente de pasar desapercibido o huir del “depredador”.

Otra condición muy conocida es la Bulimia, donde nos encontramos ante conflictos de “pedazo tóxico”, identidad y madre tóxica. También enojo territorial y miedo o disgusto. Inconscientemente “quiero seguridad de mamá y lo que me da es angustia e inseguridad” o “lo que me da mamá es lo que no quiero y por eso lo vuelvo a sacar”.

Tenemos también el caso de la Anorexia que corresponde a conflictos de pedazo tóxico, identidad y madre tóxica. Constelación cerebral que involucra el estómago y los conductos biliares y pancreáticos por el lado del hemisferio derecho del cerebro. Hay rabia y rencor en el territorio. “Mi mamá me da comida tóxica”, “Mi mamá controla mi vida, mi espacio, mi identidad”.

La atención holística de este tipo de condiciones pasa por lograr biodescodificar e identificar el conflicto programante y los desencadenantes del problema. Tomar conciencia y desvincular la relación establecida. Reconocer, resentir y desde el perdón y amor cambiar la percepción que tenemos de las vivencias conflictivas y las creencias, para acto seguido comenzar a sanar.

Este es el mejor apoyo al tratamiento médico, psicológico o régimen alimenticio que estemos haciendo.

Rafael EN BIO

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