Desde este paradigma, los problemas relacionados con el estómago nos hablan de la presencia de conflictos emocionales por vernos “obligados a tragar” personas o situaciones con las que convivimos de forma impuesta, que debemos “digerir” contra nuestra voluntad y que normalmente terminamos aceptando con tintes de imposición y rabia.

La gastritis muestra la incapacidad o rechazo que se tenga de aceptar aquello que no gusta. En muchos casos encontramos miedo y aversión a lo nuevo, así como resistencia a los cambios, ya que esto genera miedo, ansiedad y angustia.

Si se sufre de problemas estomacales como la gastritis, estamos somatizando información procedente de nuestro inconsciente relacionada a conflictos emocionales que no han podido ser “digeridos” o asimilados y con los que la persona se ha visto obligada a convivir. Normalmente originados en conflictos familiares, considerando que son éstos los que de alguna manera nos marcan y cuesta más aceptar y dejar atrás, tanto física como emocionalmente. Escenario que se replicará en distintas situaciones que se vivan en los ámbitos sociales o laborales a lo largo de la vida cuando, por ejemplo, estemos ante situaciones en las que sentimos que se nos está imponiendo algo.

La gastritis puede venir acompañada de otros síntomas como mareos, náuseas y reflujo, lo que hace referencia a particularidades en cuanto al conflicto biológico que se está viviendo, de lo que continuaremos profundizando en la próxima entrega.

Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico. Si es de su interés el tema aquí tratado debe antes consultar con el personal calificado.

Rafael EN BIO

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