Este conflicto se puede presentar como una forma de “Reparar una Gran Pérdida” y para ejemplificarlo, hagamos un ejercicio de imaginación. Resulta que tuviste un bisabuelo que llegó de Europa en el año 1937 huyendo de la guerra civil española. Se estableció en el país y trabajando duro, logra construir una empresa, alcanzando a vivir en riqueza total. Pues bien, imaginemos que llega el año 1945 y durante el golpe de Estado al gobierno de Isaías Medina Angarita, este bisabuelo fue asesinado y sus propiedades destruidas.

El mensaje que queda es: “Si tienes mucho dinero lo perderás de repente y te quitarán la vida”. De allí que inconscientemente “gasto mucho o todo el dinero”, “no debo ahorrar”, “el dinero lo pierdo o lo presto”, “gano justo el dinero para vivir el día a día”. Y esta orden irá pasando de generación en generación hasta tus padres y, por supuesto, a ti. Por lo que al cobrar tu sueldo, internamente sentirás la necesidad de gastarlo, perderlo o prestarlo, ya que el inconsciente “manda” y tú “obedeces”.

Claro, no comprendes por qué siempre las cuentas bancarias están vacías, las tarjetas de crédito al límite o por qué siempre tienes vacía la cartera aun cuando hayas ganado dinero. Si este es tu caso, examina y busca una pérdida inesperada y dolorosa en tu historia familiar e identifica quien fue el que la sufrió.

Otro tipo de reparación familiar que con frecuencia encontramos es la del “Derroche”. Tomemos como ejemplo al mismo bisabuelo que llegó a Venezuela y logró hacer fortuna, pero en este caso, el ancestro era jugador, mujeriego y alcohólico. Por lo que continuamente derrochaba su fortuna. El bisabuelo muere y le hereda el resto de su riqueza a sus hijos (tus abuelos y tíos abuelos). Entonces estos herederos también derrochan ese dinero poco a poco, e incluso, algunos de estos “abuelos” también puede que hayan sido alcohólicos, mujeriegos o jugadores, como su padre, por lo que terminaron gastando esa herencia que nada les costó, ocasionando que sus hijos (los nietos de nuestro bisabuelo) nunca tengan éxito o fortuna, llegando este “programa” a tu línea generacional (los bisnietos) donde quizás algunos sean profesionales y otros no, pero no consiguen éxito, conformándose con trabajos mal pagados, sueldos bajos, colocando negocios que no prosperan, con aspiraciones económicas frustradas y sin entender la razón del por qué.

Pues resulta que ese clan familiar vivió una “Pérdida por Derroche” y viene heredando el programa: “Si tienes mucho dinero lo perderás en excesos. Mejor es no tenerlo”. Por lo tanto de manera inconsciente te mantienes con el mandato: “No seré exitoso”, “Buscaré trabajos mal pagados”, “Abro negocios que nunca funcionarán”, “El sueldo que gane jamás me alcanzará” y “Sueño con llegar muy lejos pero no sé cómo hacerlo”. Es decir que naces con la idea de “No merezco”, “Yo me conformo con poco”, “Yo no aspiro a mucho, me da miedo”. Si es este tu caso, seguramente al explorar el árbol genealógico encontrarás que alguien derrochó la fortuna familiar (que por supuesto no fuiste tú). (Continuará…)

Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico. Si es de su interés el tema, debe antes consultar con el personal calificado.

Rafael en BIO

rafael.biomagnetismo@gmail.com