La proyección entonces es un mecanismo inconsciente que permite mostrar en el exterior los conflictos, emociones y sentimientos propios. Así ocurre con nuestra casa, que también posee un significado simbólico y representa nuestro mundo interior. Su estado indica cómo nos vemos a nosotros mismos, incluso puede hablarnos de la relación que tenemos con el dinero. Hay que tener claro que a nuestro alrededor proyectamos los “programas” inconscientes que tenemos activos por lo que podríamos decir que todo aquello a tu alrededor habla de cómo resuenas. En consecuencia tu hogar muestra tu mundo mental, el estado energético que mantienes y las emociones que tienes reprimidas. Si miras con humildad la forma como vives y descodificas tu casa, seguramente tendrás pistas de tu estado interior.

Si tu casa se mantiene desordenada cabe preguntarse: ¿Qué es lo que está desordenado en tu interior? ¿Qué es lo que no puedes soltar? Habla de tus apegos, eso que te enfrascas en conservar y no te deja avanzar, ya que genera miedo o dolor. Por el contrario, el orden extremo también habla de ti. En este caso quizás no das lugar a los cambios, a la innovación. ¿Te cuesta cambiar, salir de tu zona de confort?. En algunos oportunidades se presentan en la casa o mantienen botes de agua, inundaciones o filtraciones. ¿Cómo fueron los afectos maternos? Observa los niveles de afectividad en la familia. No olvides que el agua corriendo también representa la liquidez del dinero. Por otra parte ¿hay situaciones que te “desbordan” o se encuentran fuera de control? Las pérdidas de agua guardan relación con esas emociones que se “filtran” inadecuadamente.

Paredes en mal estado muestran la sensación de no sentirse apoyado o bien se tienen ciertos conflictos con el contacto hacia o desde otras personas. Por su parte el techo nos habla de la mala relación con aquello que debe protegerte y cuidarte, o con los proyectos que tienes. ¿Se traban con frecuencia las puertas del closet? Quizás hay algo que no quiere salir a la luz. Incluso podemos encontrar que ciertos artefactos presentan fallas recurrentemente, por ejemplo relojes, entonces se quiere acelerar o detener el tiempo. Falla la nevera, puede tenerse dificultad para sostener la abundancia o el éxito, no es posible mantener lo que emocionalmente alimenta.

¿Daños constantes de tus dispositivos de internet? ¿Hay un problema con tus “conexiones”? Miremos entonces el diálogo y la comunicación en casa. Quizás te sientes desconectado de la familia, de la pareja o incluso de amigos. Si los problemas se presentan con los teléfonos celulares, entonces “no me quiero comunicar, me quiero aislar”. Si realmente crees que has logrado cambios en ti, observa tu casa, la que te confirmará o no si los estás haciendo realmente.

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