La conformación de los Comandos de Campaña Familiares, que bien pueden extenderse hasta el campo laboral, gremial, empresarial o comercial; bien sea en la ciudad o en el campo. Así como también podrían abarcar al sector religioso, deportivo y cultural. Es la máxima expresión de una campaña paraguas expresada en la estrategia de la Gran Alianza Nacional.

De allí que, todo hombre y mujer de bien en Venezuela, y fuera de ella, deben iniciar los preparativos para esta tarea desde la trinchera política o apolítica donde se encuentren, con un solo norte: la transformación social y política de la Patria de Simón Bolívar.

Debemos salir al paso de las pretensiones de quienes quieren perpetuarse en el poder “como sea”. Prepararnos para cualquier sorpresa o artilugio, que bien pudiese pasar por disponer unas elecciones generales, dado que Nicolás Maduro está en minusvalía para buscar sus votos por sí mismo; necesitará motivar y designar, a dedos, candidatos para gobernadores, Diputados y Alcaldes; que le hagan la campaña.

Ante este escenario es imperativo apelar a nuestro entusiasmo y optimismo, muy parecido o mejor que el del 22 de octubre. En tal sentido, es menester tener en cuenta pensar cómo será el día de esas elecciones en nuestro seno familiar, en nuestro entorno laboral; lo cual requiere de una ruta que comienza con hacer los quehaceres del hogar con antelación. Prepararnos para hacer una larga cola para votar, apertrecharnos con bastimento, una sillita plegable, paraguas, gorra o sombrero; y nunca estará demás algunos caramelitos. Pero sobre todo, mucha paciencia y calma; no caer en provocaciones de los facinerosos que intentarán intimidarnos; aunque ya ellos saben que no tenemos miedo.

Recomendable es salir a votar en familia, de ser posible formar grupos de vecinos y amigos para estar juntos en la cola; lo cual haría más agradable la espera.

Algunos voluntarios podrían estar pendientes del apoyo logístico para quienes estarán trabajando en las mesas. En este momento poco importará la filiación política. Todos tenemos el mismo objetivo. Un poco de agua adicional, un dulce o un café siempre serán gestos que se agradecerán.

Luego de esta rutina, después de haber ejercido el acto de votar por María Corina, por supuesto que sería bueno dar una vuelta por casa; pero, en el ocaso de la tarde es importantísimo que visitemos nuevamente nuestro Centro de Votación para estar pendiente de los escrutinios y los resultados; permanecer en las inmediaciones del recinto electoral es imprescindible. Comienza a activarse la Defensa del Voto, lo cual incluye “cobrar”; hasta donde sea posible con mucha prudencia, pero con la convicción que estamos defendiendo lo que nos pertenece y que tanto hemos luchado. El Cambio del país.

Rafael González

rafagonrg@gmail.com