El Vaginismo comprende el espasmo doloroso de la vagina que impide la normal realización del acto sexual, y ese es precisamente el sentido biológico que tiene la aparición del dolor, evitar la penetración del “macho” dado que es peligroso, se tiene miedo o se siente que no se tiene derecho a la sexualidad. La recurrente vivencia de este síntoma va a generar una frustración que puede degenerar en frigidez si no se hace conciencia y se resuelve el mismo. Este estado inflamatorio se relaciona entonces con la capacidad de recibir y dar placer, estando contenidas emociones como ira, irritación, rencor o amargura

¿Existe en ti o en tu clan familiar una memoria de violación? Quizás una abuela o bisabuela (con la que sin saberlo heredas una conexión especial) fue víctima de este tipo de abuso o estuvo acostándose durante años con su esposo en contra de su voluntad, para cumplir con las normas establecidas, por lo que de manera inconsciente vivió de forma continua esa relación como una violación. ¿Existirá una rabia inconsciente o duda de perdonar o no a la persona que no te permite disfrutar tu sexualidad (o hacia la que le generó ese daño a tu ancestro)?

En el caso de la Sequedad Vaginal encontramos falta de lubricación vaginal. Secar o evitar que se humedezca la vagina es la forma más rápida y sencilla que tiene la biología de la mujer para evitar una relación sexual con penetración. En este caso se debe mirar que el deseo sexual es vivido con culpabilidad, por lo que es prohibido y no se debe atraer al “macho”, hay rechazo a la penetración, quizás para castigar a la pareja, o se vive la relación sexual como forzada. Posiblemente la mujer se siente manipulada e infravalorada, entonces su forma de protestar es la resequedad, o mantiene una prohibición autoimpuesta, quizás por creencias, sobre el tener relaciones sexuales por lo que se encuentra con sentimientos de culpa que son contrarios al disfrute de la sexualidad.

El mensaje que la biología te envía mediante tu vagina habla de una incoherencia entre “querer y no querer a la vez”, es necesario resolver esa incoherente culpabilidad con la sexualidad (que no necesariamente es tuya ni te corresponde) y te llama a mirar aspectos como ¿Aceptas tu condición sexual de mujer? ¿Por qué no te permites disfrutar tu sexualidad? ¿Estás aceptando y deseando el contacto sexual con tu pareja?, ¿Qué problemas hay con tu pareja? ¿Qué estás evitando que entre en tu vida? ¿Qué proyecto estás evitando que fluya? ¿En qué parte del camino te has quedado atorada?

Haciendo consciente los conflictos, solucionándolos y entrando en coherencia con tu sexualidad, tomarás el camino para ser un “Orgasmo de Mujer”.

Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico o psicológico. Si es de su interés el tema aquí tratado debe antes consultar con el personal calificado.

Rafael EN BIO

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