El apoyo moral es aveces más valioso que el económico...

Una frase positiva proveniente de un ser querido (mamá o papá) te remueve y te mueve para seguir adelante con el propósito trazado; lógicamente el poder adquisitivo hace su tarea en 50% pero un consejo, una palabra de aliento, un abrazo y un "tú puedes, hijo" completa la otra mitad para comerte al mundo si así lo quieres.

Si bien es cierto, superarse a sí mismo no es "soplar y hacer botella", es cuestión de insistir y persistir constantemente para alcanzar esa meta soñada (aplica para todo), es debatirte entre los "no puedo" y los "no tengo", es llorar de frustración, en fin, la idea es tener la capacidad para hacerlo (aptitud) y la disposición (actitud) para ejecutarlo, sin importar cuanto tardes en el proceso.

Desde mi perspectiva siempre he mantenido que las alas se las corta uno mismo poniendo excusas (tiempo y economía, entre otros factores) que quizás sean comprensibles de cierta manera porque estamos en un país donde el vivir se hizo rutina la frase "mientras vamos viviendo vamos viendo" y se nos pasa el tiempo y la vida en un abrir y cerrar de ojos.

A ti papá y mamá:

*No cortes las alas de tus hijos, alentarlos a ser mejores cada día desde la humildad ayuda muchísimo a esos hombres y mujeres del mañana.

*No vivas tus sueños frustrados en tus hijos, tu tiempo pasó y ahora el deber ser es que ellos vivan los suyos mediante un apoyo inagotable: ¡él y/o ella te lo agradecerán!

*Y por último, toma tu tiempo para hablar con tus hijos de ese llamado "abanico de oportunidades", para que vayan centrándose en lo qué quieren hacer en un futuro y se superen todos los días con la mejor actitud y aptitud.

Lic. Mary Gil, CNP 20.589

mariangelgilzamora@gmail.com