Y este fue el caso. ¿Por qué? Porque pasaron unos minutos y llega otro hombre a saludarlo, se saludan, hola, cómo estás, bla bla bla, se sientan y lo primero que le pregunta el hombre que llegó al que estaba en su celular: ¿y qué decidiste al final? ¿Si vas a querer entrarle a la construcción del edificio o no?

Inmediatamente en cuanto dijo eso, el lenguaje corporal del hombre que minutos antes estaba súper seguro, pasó a ser sumamente inseguro, pasó de estar abierto a cerrado en cuestión de segundos, entonces salió de su boca la frase más usada por los cobardes: "Déjame pensarlo mejor".

¡¡¡Déjame pensarlo mejor!!!

Esa es la frase oficial de los cobardes…

Entonces el otro le dice de manera tajante: Pero llevas pensándolo un mes. -Sí, pero lo quiero pensar más.

¿Cómo que lo quieres pensar más?

¿Qué sucede cuando un cobarde dice esa frase? Vamos a ser honestos, no se refiere realmente al acto de pensar mejor las cosas simplemente es un pretexto para posponer el tomar una decisión, tiene miedo, se deja dominar por ese miedo por la incertidumbre que esa decisión puede traer a su vida.

Realmente su intención no es procesar información para tomar una decisión inteligente, bien informada, no es eso, no te va a tomar un mes, tu intención en este caso es evadir la responsabilidad y las consecuencias que trae el tomar una decisión.

Se miente él mismo y a otros diciendo que lo tiene que pensar mejor cuando realmente lo que quiere decir es: tengo miedo, no me atrevo a actuar, no me no me atrevo a elegir un camino, va a pedir más tiempo.

Toma tus decisiones, atrévete…

Éste y muchos temas más sobre los principios estoicos los pueden leer en la biografía de Epicteto.

Fuentes consultadas:

Google

Gustavo Vallejo

@adogel

Adolfo Gelder

adogel@gmail.com