La Cocaína: El consumidor de esta droga busca obtener poder personal, mitigando el sentimiento de rechazo hacia el padre o del padre hacia la persona consumidora, ya que papá “me agobia, no me protege, me desvaloriza y quiero reemplazarlo”. Estas personas se sienten impuras y encerradas en la sociedad, por lo que mediante el consumo de la droga, se fabrican la ilusión de una activación, un despertar y de una mejor relación con los demás. En estos casos es común que encontremos que durante el periodo gestacional hayan sido hijos no deseados o haber querido ser abortados. En el transgeneracional podremos buscar excluidos del clan familiar.

La Heroína: Suministra la impresión de contar con energía y optimismo. Nos encontramos con la necesidad de esconder el dolor y la frustración por no sentirse valioso. Se considera que “no se es nadie en la vida”. En este caso buscaremos en el árbol genealógico situaciones de personas anuladas o episodios de agresividad y violencia. En cuanto a las adicciones comportamentales podemos mencionar la Adicción al Trabajo (Workaholic) donde encontraremos conflictos de abandono y la creencia de que “soy o valgo por lo que hago”, existiendo además una profunda necesidad de reconocimiento.

En la Adicción al Juego o Ludopatía tendremos abandono y necesidad de reconocimiento. Especialmente existe la necesidad de “ganar” el amor de la madre, además de creerse que el premio permitirá liberarse de las necesidades que se tienen.

La Adicción al Sexo se relaciona con conflictos con el placer, apareciendo también el abandono y la necesidad de volver hacia la madre o el padre, y de contar con su protección. Se tiene la idea de ser incapaz de generarse placer por uno mismo. Podrá existir la impronta inconsciente de que no se fue concebido por placer sino en “pecado”. En este caso se debe también mirar tanto en el transgeneracional como en el periodo de gestación, por historias de “pecado sexual”.

Finalmente no se debe perder de vista que las adicciones se relacionan con el “sentirse” separados o ignorados por la figura materna, paterna o de ambos, ya que no se ha sido apreciado o amado, dado que “no se es bueno, inteligente, organizado u ordenado”. Situación que se traslada, siendo adulto, a aquellos que simbólicamente adoptan esa figura como la pareja, hijos, jefes o compañeros de trabajo, amistades, etc.

Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico o psicológico. Si es de su interés el tema aquí tratado debe antes consultar con el personal calificado.

Rafael EN BIO

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