De allí que, como en todo el territorio nacional, los docentes y los empleados públicos de este municipio, hoy retomamos la lucha por nuestras reivindicaciones; como son el aumento salarial, la firma del Contrato Colectivo y las mejoras de nuestras condiciones laborales.

No es posible que la escala de sueldos y salarios en toda América Latina estén por encima de los 100 dólares, mientras que los docentes venezolanos no pasamos de un dígito. El gobierno piensa que con la bonificación de los salarios está resolviendo el problema, pero, al contrario; lo agrava, porque cuando llegamos al final de nuestra carrera profesional no tenemos unas dignas prestaciones sociales.

Luchamos no solamente por el salario digno que nos lo merecemos, también emplazamos al gobierno nacional a mejorar la infraestructura educacional, que está en el suelo; pasando por la dotación de material didáctico, en todas las especialidades y niveles de la educación.

La asamblea general de educadores en el municipio Independencia, reunidos en la plaza Bolívar, acordó darle un plazo al gobierno para considerar nuestras exigencias; nos incorporaremos al aula por dos días continuos de trabajo y un día para gestiones gremiales dentro de la institución. Así permaneceremos hasta la culminación del segundo trimestre escolar; si para el tercer lapso no han cumplido, consideraremos la paralización de las actividades.

Esta decisión está avalada por los representantes de los gremios educaciones que hace vida en este municipio, como son: el Sindicato Único Magisterial, representado por Alexander Fernández y Liset Hernández; Sitraenseñanza, representada por Macial Moreno y Ofelia Hernández; la FVM, representada por Javier Mejías y Geivis Noria; y, Eucario Martínez, por Suteem.

Empleados públicos también protestan

Por su parte, Yuri Salas, Secretario de reclamos del Sindicato Único de Empleados Públicos de Miranda (Sunep) presente en la asamblea, informó que pronto se cumplirán dos años sin que el ejecutivo nacional aumente los sueldos a los venezolanos, arrinconándonos a una pobreza multidimensional, como lo han manifestado estudios sociales que dan cuenta de la pobreza crítica que aflige al país; reflejada en la deficiencia de los servicios básicos, el alto costo de la vida y la especulación.

Nuestro planteamiento, dice Salas, es mantenernos en el puesto de trabajo mediante las guardias semanales de trabajo, tal como lo hicimos en tiempos de pandemia; pero, de no tener respuesta positiva, tomaremos acciones más enérgicas. Ya basta de tanta burla al trabajador venezolano. Acotó.

Rafael González

rafagonrg@gmail.com