De este régimen todo se puede esperar. Se percibe entre sus acólitos que la preocupación no es sólo perder el poder político; saben que está en juego enfrentar la justicia nacional e internacional, así como también rendir cuenta de la riqueza mal habida que exhiben.

Por otra parte, no dejan de ser preocupantes los destellos de información que nos dicen las redes sociales por parte de algunos dirigentes de la oposición, incluyendo candidatos, que van de micrófono en micrófono asomando cierta complacencia por el tema de las inhabilitaciones. Casi que lo festejan esperando el turno al bate; sin mirar su posicionamiento en las últimas mediciones de la opinión pública, donde encontramos candidaturas que no levantan el vuelo, pero que tampoco aceptan la realidad.

Ante la perniciosa actuación del régimen con su indecente propuesta de la ayuda técnica, a través del CNE; el regocijo de algunos que anhelan apartar del juego a la candidata con mayor opción de triunfo; y, vamos a estar claros, el desánimo de la gente para salir a votar; necesario es tomar posiciones determinantes, incluso que pudieran verse como radicales, pero necesarias.

A juicio de quien escribe, quizás con la misma ingenuidad, creo necesario buscar una buena dosis de sinceridad, asumir el camino de la realidad política que hoy vive el país, escuchar el grito de la calle; y dejar posiciones engoladas con el supuesto derecho que tenemos todos los venezolanos de aspirar a una posición de elección popular; para responder al gobierno volteándoles el tercio.

Para ello es necesario que la Comisión Nacional de Primarias y la misma Plataforma Democrática hagan uso de las mediciones científicas que nos vienen anunciando las preferencias candidaturales; y haciendo uso del sentimiento patriótico que abunda en los discursos con un supuesto amor al país pero que dista mucho de la realidad; le digan al gobierno la decisión de presentar la candidatura única que puede ganar en las elecciones del 2024; o cuando sean. Sin mezquindad, con desprendimiento de posiciones personales o grupales.

Con esta posición el agradecimiento colectivo de los compatriotas los ubicaría en el sitial de honor que se merecen por tomar la mejor decisión de su vida, por el bien de la Patria; y estaríamos ante una Comisión de Primarias fortalecida para enfrentar el histórico momento político electoral que se llevará a cabo el 22 de octubre. Es cuestión de atreverse.

Rafael González

rafagonrg@gmail.com