Ahora bien, una vez que se le haya dado respuestas a las interrogantes anteriores de forma positiva y significativa, entendemos que la fe es el filtro para que el Todopoderoso conceda ciertas peticiones y es por eso la expresión: "Con fe todo fluye", frase que con solo leerla abarca mucho ya que conlleva a la aceptación de los cambios y desafíos que se presentan cotidianamente e implica confiar en la voluntad de Dios.

En otro orden de ideas, también podemos acotar que la fe no solamente la depositamos en Dios, también puede ser en algún familiar o particularmente en nuestros hijos(as). Hay muchos padres a los que nos resulta difícil confíar en palabras y acciones provenientes de ellos, quizás porque la misma sociedad a la que están expuestos los envuelve de manera atroz, o a ciertos descontentos en el núcleo familiar. En lo antes expuesto se mide la confianza con el hecho de creer (fe).

Ejemplo: "Voy a creer en lo que me dices, no me decepciones, pondré mi fe en ti"

En resumen, podemos concluir que esta virtud nos invita a aceptar los cambios y desafíos con esperanza y a confiar en que Dios nos dará la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo, brindándonos consuelo y seguridad en medio de tanta desesperación.

Para finalizar, los invito a autoevaluarse con la siguiente interrogante: ¿Tengo la virtud de creer y saber que todo estará bien?

¡Nos leemos el próximo Viernes!

Lic. Mary Gil, CNP 20.589

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