También es justo y necesario agradecerte por el nuevo trabajo que me regalaste cuando sentía que todo estaba perdido y que trajo consigo: nuevos objetivos, estudiantes y compañeros; pero por sobre todas las cosas "nuevos ingresos", que bastante falta me hacían, para solventar grandes y pequeños gastos en mi hogar.

En fin, niño Jesús... me quedo corta de todo lo que me has otorgado en este 2023 que siento que no me alcanza la vida para estar en gratitud contigo. Pero sabes que voy a seguir pidiendo porque es inevitable por más que conozcas mi corazón, son sólo deseos espirituales para que este 2024 traiga consigo:

1- Salud abundante para mi familia y todo aquel que esté atravesando por dolencias o enfermedades terminales (hazte presente en cada uno de sus corazones y llénalos de fe y esperanza).

2- Por mi hija, para que siempre sea una chica de buen corazón como hasta ahora y que su Norte sean sus ganas de superarse día tras día.

3- Por aquellos que emigraron a otro país buscando calidad de vida (amistades y familiares), por favorcito protégelos y nunca apartes tu vista de ellos.

4- Por mi trabajo y el de todos aquellos que siguen en pie de lucha por traer el pan diario a sus hogares; así como también para aquellos que siguen en la búsqueda, que logren encontrarlo y sacarle el mayor provecho posible.

5- Y por último, pero no menos importante: por la paz del mundo entero y las futuras reconciliaciones fraternales.

Una vez más, gracias infinitas y espero que bajo tu tiempo y voluntad me sean concedidas mis peticiones para este nuevo año que se avecina.

Atte: La niña de tus ojos.

¡Feliz Navidad!

Lic. Mary Gil, CNP 20.589

mariangelgilzamora@gmail.com